La independencia y los simios vestidos

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El pròxim ple pot fer emergir al Parlament les diferències -aquest cop en l’eix nacional- entre les formacions de Carles Puigdemont i d’Anna Gabriel.

Newton dedicó reflexión y análisis a la tensión en las cuerdas, pero quien sabe intuitivamente de física conoce que la cuerda rompe por lo más flojo, del mismo modo que la consistencia de una cadena es la de su eslabón más débil. Acabamos de ver la fragilidad de la mayoría en el Parlament, sometida a las tensiones de la historia. El eslabón débil cedió y rompió la cadena.

¿Puede haber soldadura o reparación? Difícil porque seguramente nunca fueron una cadena sino dos piezas separadas y diferentes, y cada pieza recibía tensión en dos direcciones distintas, una pretendía un proceso de soberanía nacional y la otra una revolución anticapitalista.

Las imágenes del parlamento catalán son más elocuentes que cualquier análisis político o ideológico. Los parlamentarios de JxSi y de la CUP visten distinto, ostentan distintos peinados o barbas, distinta compostura, distinto lenguaje corporal... Se puede decir que hay un interés en mostrar a través de la imagen que tienen culturas distintas, son distintos grupos humanos que tienen interés en permanecer distantes. Y en ocasiones lo que muestran tanto las palabras como el lenguaje corporal es algo parecido a la hostilidad. No es que no se quieran, es que muestran que no quieren quererse.

Si en vez de un analista político, que debe ser una cosa distinta de eso que llaman “politólogos”, un antropólogo o un etólogo observase esa asamblea probablemente no solo detectaría la existencia de esos clanes de primates sino que deduciría que tienen intereses contrarios desde el punto de vista de su existencia como grupo. Concluiría que unos y otros temen que el acercamiento entre los clanes supondría la desaparición del clan y que, aunque con sus palabras dicen ser aliados sus gestos son los de rivales en competencia. Creo que a eso responde la ruptura escenificada en torno de los presupuestos.

También podríamos analizar ideológica y políticamente las diferencias, claro, se me ocurren relaciones con tradiciones históricas de la izquierda catalana, pienso en una nueva generación de políticos... Pero a lo mejor todo eso son excusas o no es tan importante, ya que la diferencia entre los humanos y los demás simios es que tenemos mucha labia que vela, oculta y mistifica los mismos deseos y demandas que tiene cualquier otro mono más peludo.

Lo importante es que la gente no es tonta y cualquiera percibe esa desunión profunda en lo que necesitaría ser un bloque unido para algo tan trascendental histórica, económica, socialmente como es construir un estado propio. Es algo que tiene implicaciones serias no solo en los intereses de empresas y empleados sino en todos los proyectos de vida, es una decisión grave que pide seguridades y confianza en la máxima responsabilidad de sus conductores. Me temo que eso es justo lo contrario de lo que muestran las dos candidaturas que dicen colaborar en ese propósito conjunto.

Las fuerzas con que quiere contar el proceso político para construir un estado propio, las dos candidaturas que pusieron a este President precisamente, y no a otro, no satisfacen las demandas básicas que necesita y pide cualquier sociedad ante una tarea así: unidad, capacidad y liderazgo claro.

Creo que ésa es la principal explicación al sentir del conjunto de la sociedad catalana que muestran tanto las elecciones como los sondeos, no hay una mayoría que apoye avanzar en ese proceso. No tienen bastante confianza en él.

Aparentemente, no hay ninguna razón para querer seguir dentro de un estado en el que realmente Catalunya es tratada como una realquilada, un estado donde la cultura nacional y social está teñida de un anticatalanismo tan evidente que negarlo es un chiste cruel, donde los intereses catalanes son maltratados de forma humillante, donde el gobierno y todo el sistema institucional no ofrece salida a sus demandas, donde ningún partido en el gobierno o en la oposición dan garantías de que en un futuro se las va a tratar con más ecuanimidad sin ofrecer más que buenas palabras... No hay ninguna otra razón para preferir seguir dentro de este estado más que la debilidad y fragilidad política del independentismo. No creo que los catalanes ignoren su situación en España ni lo poco que pueden esperar del Madrid de los poderes, pero no se atreven a confiar tampoco en la oferta de un camino que no ven seguro.

Eso explica que muchas personas que se sienten ofendida y maltratadas como ciudadanas y que salieron a las calles a mostrar su rabia cívica prefieran dar el voto a formaciones que no les ofrecen otra cosa que alguna forma de referéndum. Un referéndum que permita el mismo Tribunal Constitucional que rechaza ley tras ley de ese parlamento catalán. Simplemente son ciudadanos que no confían en las garantías que ofrece el independentismo. Y, por eso, dan su voto a quien reduce el problema existencial de la nación catalana, con sus dimensiones políticas, económicas y culturales, a poder celebrar un día una votación sin garantía alguna y en las condiciones que tolere el estado.

Si al final buena parte de la ciudadanía consciente acepta reducir toda la historia de Catalunya y todos los problemas actuales de los catalanes a demandar un referéndum no es porque esté ciega, sino porque no ve que le ofrezcan una salida alternativa viable. A los simios no nos gustan los precipicios.

La democracia es vivir libremente y poder tomar opciones, una opción es algo viable, que se puede realizar. Y me parece que esa mayoría parlamentaria que dice apoyar a este Presidente no puede o no quiere realizar lo que dice pretender. A lo mejor me equivoco.

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