ENTREVISTA

"Si absolvieran a Mas, las portadas de Madrid nos helarían las venas"

Joan B. Culla, profesor de historia contemporánea de la UAB afirma que "el declive de CiU es el declive del autonomismo del pájaro en mano" y que "el PSC dirigido por Miquel Iceta es lo más parecido a una federación catalana del PSOE"

Antoni Bassas
7 min

Barcelona¿Cuál es el

El primero, y que debió hacer que me viciara, en enero del 81, unas semanas antes del 23-F. Una tarde de invierno inhóspita, en el Palacio de Congresos de Montjuïc. Segundo Congreso Regional de Alianza Popular de Cataluña. No había pensado nunca antes ir a congresos. Fue sensacional. Salieron unos delegados que decían que había que salvar España pactando con Blas Piñar. Y, entonces, Manuel Fraga se alzó como una furia jupiteriana, y se puso a gritar que él quería llegar al gobierno como Reagan y como Thatcher. Y que si alguien quería otra cosa, ya podían ir marchándose. Yo estaba allí en el gallinero, tomando notas como un loco. Pensé que si todos los congresos eran así, ¿por qué la gente iba al cine o al teatro? Debo decir que, después, los otros congresos no me dieron tanta alegría, pero me fui acostumbrando.

¿Y el segundo?

El segundo en emociones fue el congreso de ERC en 2004 en Lleida. Hacía meses que habían llegado al poder con el tripartito. El aparato, Puigcercós, intentó acabar con el asamblearismo. Había arrastrado mi mujer porque no conduzco, y recuerdo que me giré y le dije que, por el ambiente que veía, la dirección perdería. Y, efectivamente, se hizo el recuento y se mantuvo el asamblearismo. Y recuerdo la frase de quien había ganado la enmienda: "Se nos ha dicho desde la mesa que tenemos que ser un partido como los demás. Si quisiéramos ser un partido como los demás, ya estaríamos en otro partido". Ovación. Formidable.

Donde el tsunami ha sido total es en CiU.

Sí, ya no existen como pareja, ni los dos miembros de la pareja existen por separado con el nombre tradicional. La caída de UDC ha sido la caída del duranismo, que lo era absolutamente todo.

¿El declive de CDC es biológico, por la progresiva desaparición de un líder para una generación, Jordi Pujol, o porque el pájaro en mano se ha acabado?

Las dos cosas. Por un lado, estas cosas no se heredan de padres a hijos. Y por otro, es evidente que el declive de CiU es el declive del autonomismo. Hay que decir que el pájaro en mano funcionó con gran entusiasmo incluso para la poca gente que ya entonces se proclamaba independentista, encantados de que la Guardia Civil desapareciera de las carreteras y los gobernadores civiles de los despachos. Pero incluso las fórmulas magistrales tienen una época.

El PSC gobernó el Ayuntamiento de Barcelona entre 1979 y 2011, y en las generales del 2004 recuerdo a Ana Botella diciendo, la noche electoral: "Cuando vi la participación que había en Cataluña, supe que habíamos perdido". En manos de los socialistas, claro.

En el PSC, el desgaste de la fórmula mágica del 77 es interno. El cinturón rojo y el patriciado urbano y culto de los Serra y Maragall. En el famoso congreso de Sitges, los capitanes (que se empiezan a llamar así entonces) tienen la impresión de que ellos llevan el voto, y los que salen en la foto son los señoritos de Sant Gervasi. Encima, cuando finalmente Maragall acepta ser el candidato a la presidencia, se saca de la manga Ciutadans pel Canvi [Ciudadanos por el Cambio]. Montilla, capitán de los capitanes, dice que no se puede permitir que aquello se convierta en su Unió Democràtica, gente que lleva una docena de diputados por la patilla.

Encima, en 2003, para gobernar, el PSC debe hacer coalición con ERC.

Cabe decir que entonces los capitanes no dudaron, porque lo importante era mandar, pactando con ERC o Belzebú. Cuando el primer tripartito empezó a tambalearse, los capitanes dijeron que Maragall no tenía autoridad y creyeron que poniendo a uno de los suyos se arreglaba. A pesar de que había parecido que Montilla tenía los de ERC en primer tiempo de saludo, pues no.

Curiosamente, el PSC de hoy se ha enfrentado al PSOE porque no quería abstenerse en la investidura de Rajoy.

El PSC dirigido por Miquel Iceta, que sostengo que es lo más parecido a una federación socialista catalana del PSOE, se encontró más cerca que nunca de la ruptura formal con el PSOE por una razón que no tiene nada que ver con las cuatro barras. El PSC sabe que si su militancia tiene una fobia es el PP. Una fobia que los mismos capitanes han alimentado durante años con un resultado brillante. "Si tú no vas, ellos vuelven". Iceta sabe que votar como el PSOE es un suicidio. Ir a presentar un recurso al TC del brazo de Ciudadanos y el PP todavía, pero investir a Rajoy es poner pegarse un tiro en la cabeza.

¿Ciudadanos nació como Ciudadanos de Cataluña?

Ciudadanos de Cataluña fue una idea de los intelectuales que parieron el invento, que se abrazaron a la frase inicial del discurso de Tarradellas al volver del exilio. Para ellos, como antes para el PSC, Tarradellas era el anti-Pujol. Y también porque era una manera no identitaria de dirigirse a la gente. El primer nombre del partido creado en junio de 2006 es Ciudadanos, Partido de la Ciudadanía.

¿Era un partido socialdemócrata, de centro o liberal?

El debate ideológico inicial se organizó a partir de personajes de las entidades castellanas contra la enseñanza en catalán, que decían que ellos eran de izquierdas y que el nacionalismo catalán y todo lo identitario es de derechas. No podían ser de derechas, faltaría más, viniendo del PSUC e incluso de la extrema izquierda. Curiosamente, el líder que fue elegido casi por carambola, Albert Rivera (era el primero por orden alfabético en la lista de nombres), hacía meses que había dejado de militar en las Nuevas Generaciones del PP. Después, cuando se han expandido por España, Albert Rivera, que es un gran intuitivo, ha llegado a la conclusión de que ya hay muchos socialdemócratas.

¿Por qué cuando ha estallado el independentismo los que quieren votar nítidamente unionista se decantan mucho más por C's que por el PP?

Primero, porque el PP siempre ha aparecido como la delegación regional de un negocio establecido en la calle Génova 13 de Madrid. Desde el ministro franquista Laureano López Rodó, ningún dirigente del PP catalán ha sido ni nombrado ni cesado por iniciativa de la militancia.

Pero esto para la militancia puede ser una virtud.

Sí, pero eso no pasa del 10% o 12% del electorado, yendo bien. Segundo, C's ofrece una imagen más nueva y autóctona, y no ha tenido que recortar nada. Y tercero, lo diré provocadoramente: si tomamos 50 ciudadanos y los ponemos en una comisaría a identificar en un lado al señor Albiol y en el otro a la señora Arrimadas, ¿a quien van a votar? Hoy la imagen es muy importante, y el PP en esta etapa crucial no ha sabido transmitir una imagen mínimamente atractiva.

A la izquierda del PSC llega el tsunami Colau.

ICV decidió cabalgar la ola para surfearla. Curiosamente, en Barcelona, ICV había gobernado siempre hasta el 2011, pero se asociaron con los que decían que había que cambiarlo todo. Y si la señora Colau pudo participar en los debates electorales fue gracias a la marca ICV. Ahora la cuestión es cómo se articulará este nuevo PSUCjeto, como lo llaman ellos.

La CUP tiene un protagonismo más reciente.

Mucha gente debe pensar que la CUP se creó cuando entró en el Parlamento, en el 2011. Pero no. Tiene un largo proceso de cocción local. Como eran candidaturas municipales se llamaban las CUP, hasta 2015, que ya se nombran en singular. En el libro les llamo "el recién llegado incómodo". La CUP es un partido de partidos. Estos días ha sido noticia Endavant OSAN por el cartel de la bofetada al consejero de Salud. Yo tengo una carpeta de Endavant OSAN el despacho desde hace 10-12 años.

¿Dónde está la extrema derecha en Cataluña?

Hemos tenido Plataforma por Cataluña, pero ha sido como Saturno, que devoraba a sus hijos. Comprendo que Saturno se podría enfadar conmigo si me oyera compararlo con Anglada, pero en 2012 estuvo a pocos miles de votos de entrar en el Parlamento. Es de los casos de hiperliderazgo local que merecerían un tratamiento más psiquiátrico que politológico. García Albiol había cultivado esta xenofobia, pero aquí no ha habido opciones electorales antiinmigración comparables con las de Europa porque aquí la cifra de refugiados acogidos es ridícula. Pero felicitémonos por ello.

Hablamos de líderes. Colau llega a la alcaldía casi sin partido.

Para gobernar sin experiencia y sin partido, la alcaldía de Barcelona es el mejor lugar para llegar. Con 11 concejales sobre 44, como se ha visto este último medio año, puedes gobernar. El alcalde tiene mucho poder, y si no puede aprobar los presupuestos, moción de confianza tácita y en un mes quedan aprobados. No sé si obedece a un cálculo muy astuto, pero, viendo los resultados, ha sido una operación política extremadamente inteligente. Y mi intuición dice que las ambiciones de la señora Colau no se circunscriben a la alcaldía de Barcelona.

Aunque ella dijo que se volverá a presentar.

Es una muestra de inteligencia política por su parte. Sería una idea suicida cambiar de caballo en medio del río. Debe terminar su primer mandato y, en mi modesta opinión, debe revalidar la alcaldía en las urnas con un resultado mejor, y al menos hacer la mitad de la legislatura siguiente.

Y el siguiente caballo, ¿hasta dónde la llevaría?

Desde el Ayuntamiento lo que ves es el Palau de la Generalitat. Pero es un comentario de barra de bar sin ningún fundamento científico.

Hablemos de liderazgos. ¿Cuál es el mejor líder que ha conocido usted?

De los dirigentes políticos catalanes de este último treintenio, el que he conocido mejor con diferencia ha sido Jordi Pujol. Ahora queda mal decirlo, porque él mismo pulsó un botón nuclear que creó a su alrededor una seta como la de Hiroshima, pero ya hace más de 50 años que él decía que no quería ser ministro ni presidente de España, sino presidente de Cataluña. Y luego, contra pronóstico, hizo realidad este deseo y estuvo 23 años, que es una barbaridad de tiempo. Con la distancia debida, podremos hacer un juicio histórico más ponderado. No digo ético o moral.

¿Qué dirá la historia del juicio a Artur Mas, Irene Rigau y Joana Ortega?

Si tuviera que hacer una apuesta diría que no les absolverán. La mayoría de las portadas de los diarios de Madrid helarían las venas del más valiente y lo de maricomplejines sería un piropo comparado con lo que dirían de Rajoy y de la vicepresidenta. Y no hablemos de la FAES y Aznar, la que montarían.

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