Última llamada

Puigdemont defendió que el diálogo político es posible y ofreció y reclamó la voluntad necesaria para establecer una mesa de negociación

Esther Vera
1 min
Carles Puigdemont, en la conferència d'aquest dilluns a Madrid

Entre la petición de "diálogo sincero" y el vamos pasando se desarrolló la intervención este lunes en el Ayuntamiento de Madrid del presidente de la Generalitat. Carles Puigdemont fue a la capital española a hacer su último "Escucha, España" acompañado del vicepresidente Junqueras y el consejero de Exteriores, Raül Romeva. Defendió que el diálogo político es posible y ofreció y reclamó la voluntad necesaria para establecer una mesa de negociación. Puigdemont dijo a Rajoy que la mejor de las opciones para las dos partes es un referéndum pactado, y advirtió que no le resultará fácil desplegar suficiente poder para impedir un referéndum cuando sea convocado.

Por un lado, una petición de diálogo sincero y abierto. Por otro, la determinación de convocar el referéndum asumiendo sus consecuencias jurídicas para toda una generación política. La vía del diálogo estará abierta hasta el último minuto, pero la cuenta atrás ha comenzado. Referéndum o referéndum. La previa había sido una intervención de Rajoy hablando de "disparate" y "delirio jurídico" por la publicación de una presunta versión de la ley de transitoriedad. Ambos gobiernos están en plena batalla por la narrativa que llevará al enfrentamiento de legitimidades con la convocatoria del referéndum. En Cataluña hay una más que sólida mayoría que quiere votar su futuro y no tiene miedo de las amenazas. Pero habrá que vigilar que, en nombre de la democracia y la excepcionalidad, no aceptemos violentarla. Al menos, este es el relato que le sería útil al gobierno del PP.

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