Miquel Puig

¿Qué Cataluña para Las Kellys?

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Una dona fent feines de neteja / THINKSTOCK

A través de Twitter recibo un mensaje de @LAS_KELLYS que dice lo siguiente: "He sido camarero de piso 3 años, he sufrido subcontratación... La última oferta que me enviaron podéis publicarla". Y adjunta la siguiente carta: "Buenas tardes. Adecco Outsourcing requiere la incorporación de varios camareros/as para uno de nuestros hoteles de 4* ubicado en la zona de Ciudad Lineal. Se ofrece un salario bruto mensual de 574,47 € por la limpieza diaria de 12 habitaciones, percibiendo 2,5 euros por cada habitación extra que se realice. Si estás interesada/o por favor manda tu cv a xxxx@adecco.com. Muchas gracias. Un saludo".

Deduzco que la oferta corresponde a un hotel en Madrid y consulto el convenio colectivo de hostelería de esa comunidad. Especifica que los camareros de habitación de los hoteles de 4 estrellas percibirán un salario bruto de 17.824 €/año. ¿Qué relación hay entre esta cifra y la oferta de Adecco? Es posible hacer de media 20 habitaciones al día, pero a costa de condenarse a frecuentar el CAP y consumir crónicamente antiinflamatorios y analgésicos. Suponiendo que el trabajador consiga esa media y que no sufra ninguna baja a lo largo del año, la oferta de Adecco permite unos ingresos anuales inferiores en un 30% a lo estipulado por el convenio. Suponiendo una improbable media de 22 habitaciones/día, la rebaja sería del 23%.

El lector puede preguntarse si la oferta de Adecco es legal. Después de todo, la Constitución española dice literalmente: "La ley garantizará el derecho a la negociación colectiva laboral entre los representantes de los trabajadores y los empresarios, y la fuerza vinculante de los convenios" (artículo 37.1). La fuerza vinculante de los convenios. Sólo podemos concluir que la oferta de Adecco debería ser ilegal.

Pero no lo es, porque el mismo gobierno que ha aprobado el convenio colectivo de hostelería ha aprobado el convenio colectivo de Adecco Outsorcing SAU, el cual estipula que los trabajadores que desarrollen "operaciones de limpieza" (que incluye dentro del "Grupo profesional 1") percibirán 9.260 €/año. O sea que la Constitución dice que los convenios colectivos serán vinculantes, pero eso no impide que un gobierno pueda convertir uno en papel mojado a base de aprobar otro con un salario un 48% más bajo por hacer exactamente el mismo trabajo.

Es obvio que la aplicación del convenio de Adecco a los camareros de habitación viola al menos el espíritu de la ley, pero no es así como lo interpretan nuestras autoridades. En Madrid y en Cataluña, donde se reproduce exactamente la misma situación.

Dejando de lado consideraciones de orden ético, nos podemos hacer varias preguntas.

La primera, ¿es necesaria esta devaluación salarial para la salud de nuestro sector hotelero? Nos puede ayudar a responder calcular cuánto permite reducir el coste de una pernoctación el salario ofrecido por Adecco respecto del de convenio: 1,17 €.

La segunda, ¿se dan situaciones similares en el norte de los Pirineos? En absoluto. En los países del centro y el norte de Europa, porque los gobiernos se toman en serio la protección de los convenios. En el resto de países, porque el salario mínimo interprofesional es, en términos relativos, mucho más elevado que los que establece el convenio de Adecco.

En tercer lugar, ¿cómo prevé la situación de estos trabajadores el acuerdo solemnemente suscrito entre el PSOE y Ciudadanos? De ninguna manera. No hay nada en este acuerdo que lleve a pensar que la investidura de Pedro Sánchez con el apoyo de Ciudadanos hubiera llevado alguna modificación a la situación que hemos descrito.

Las Kellys es una agrupación informal de camareras de piso del sector hotelero. Toman su nombre de un artículo aparecido en El País en 2014 (Ernest Cañada, "Las que limpian los hoteles", 30-7-14), un artículo que dio lugar a su movilización. Aunque en mi libro La gran estafa menciono precisamente esta situación y, hasta recibir el tuit, desconocía su existencia. Sin embargo, no dudo que oiremos hablar de ello, aunque sólo sea por el carisma de su líder, Loli Corralero, de Lloret de Mar.

Las Kellys, ya lo hemos visto, pueden esperar muy poco de España, un país cuya clase política está obsesionada desde hace veinte años en reducir los salarios. ¿Y de Cataluña qué pueden esperar Las Kellys? Si Cataluña pudiera gobernarse de verdad, ¿las seguiría tratando como ahora o como las tratan Austria o Dinamarca? La pregunta es muy relevante. En primer lugar porque la valía de un país se mide por cómo trata a la gente más desvalida. En segundo lugar, porque Cataluña no tiene ninguna opción de autogobernarse de verdad mientras no ofrezca de manera convincente un futuro mejor a la gente como Las Kellys.

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