Mas predica para un "español de profesión"

Los dos ex, Mas y Margallo, -el prefijo es casi lo único que tienen en común, acuerdan- pronto se enzarzan en una discusión apasionada

Dani Sánchez Ugart
2 min
Aartur Mas i José Manuel Margallo ahir, després del col·loqui debat que van mantenir a Madrid

MadridEn una esquina del ring, un "español de profesión" -así se autodefine el ex ministro José Manuel García-Margallo-. En el otro, Artur Mas, un expresidente de la Generalitat que tiene claro que juega en campo contrario desde el principio: ha sido recibido a la llegada en el Ateneo de Madrid con gritos de "hijo de puta" y "corrupto" por parte de una treintena de ultras de Falange y Alianza Nacional.

Los dos ex -el prefijo es casi lo único que tienen en común, acuerdan- pronto se enzarzan en una discusión apasionada. Margallo, con argumentos historicistas. "Cataluña no ha existido nunca como estado independiente", dice. "Soy el 139 presidente de una institución que existía antes de que España fuera una unidad política", responde Mas, que trata de llevar el debate al siglo XXI. Reclama, como hace últimamente, que el Estado ponga sobre la mesa una contraoferta. Tanto insiste Mas en pedirla que incluso se desmarca del "referéndum o referéndum" que abandera Puigdemont. "El referéndum puede ser una solución", dice, escogiendo cuidadosamente el verbo. Puede, no debe.

El expresidente detalla la contraoferta que espera. Debería ser una "reforma de la Constitución". Con ello intenta seducir a Margallo: "Sé que estoy hablando con un defensor de la reforma constitucional". Pero el español de profesión se deshace como puede del abrazo del oso, y de paso recuerda a las 300 personas que llenan el auditorio del Ateneo que ahora se dedica a la escritura: "Lo digo en el mi libro que está a punto de salir: defiendo una reforma de la Constitución que garantice la unidad de España y la igualdad de los españoles".

Cuando deja los argumentos historicistas a un lado, Margallo acude a los tópicos. Se salta lo de "¿Qué pone en tu DNI?", pero usa uno igual de manido: "¿Y qué pasaría si mañana Tarragona quisiera independizarse de Cataluña?" Mas recoge el guante y se apunta una victoria cuando recuerda que la ley de Aran del Parlamento le otorga el derecho a decidir. Pero también encaja algún golpe de derecha. Tras defender el talante demócrata de David Cameron, avalador del referéndum en Escocia, escucha como Margallo le dice: "Eres el único personaje en Europa que admira Cameron".

Debate crispado

El debate se abre al público y se crispa. "¡Mentiroso!", grita uno de los presentes a Mas. Lo echan. Al fondo, el señor Flores grita que es "ateneísta" desde hace 50 años para reclamar la palabra. Pero se la dan a una independentista que se explaya -ante la indignación, claro, del señor Flores y los silbidos de algunos de los presentes-. "¿Es cierto que su partido está negociando en secreto con ERC una salida?", pregunta sin suerte a Margallo una ex funcionaria andaluza con alma de reportera. Debate encendido superado. Hoy Mas cambia el Ateneo por un debate organizado por una revista de moda y tendencias. La esperanza es encontrarse contrincantes más elegantes en las formas.

stats