EL APUNTE

Chacón, pasión por la política

Chacón ha representado el zapaterismo más ingenuo y ha encarnado dolorosamente las contradicciones del PSC

Esther Vera
1 min
L'exministra de Defensa Carme Chacón, en una imatge d'arxiu

Su imagen pasando revista a las tropas con una barriga rotunda rompió esquemas en la España de Zapatero. La ministra de Defensa cuadraba a los mandos, vestía esmoquin en actos de etiqueta, visitaba a las tropas en Afganistán y se dejaba fotografiar con su hijo en la azotea del ministerio por donde paseaba el cochecito. Carme Chacón ha sido una mujer valiente. Con una grave cardiopatía congénita, decidió muy joven, empujada por los modelos de su madre y su abuela, que iría a todas. En el límite hasta quedarse sin aliento.

Chacón, que se había calificado de la niña de Felipe en contraposición a la citada por Rajoy en campaña electoral, ha representado el zapaterismo más ingenuo y ha encarnado dolorosamente las contradicciones del PSC. Representante del socialismo del Baix Llobregat, perdió ante la alianza que la vieja guardia del PSOE ha hecho tradicionalmente con el aparato andaluz para liderar el partido. Si en algún momento había habido dos almas en el PSC, Chacón tuvo siempre claro que la suya pasaba por el autonomismo de baja intensidad y su carrera pasaba por Ferraz.

Chacón había explicado a menudo cómo había desafiado la enfermedad coronaria haciendo deporte, estudiando, teniendo un hijo, trabajando con intensidad, con desprecio al miedo. Ha muerto a los 46 años en segunda fila de la política, pero su instinto no permitía dar su carrera por finalizada. Tenía demasiada pasión y demasiada capacidad de sacrificio para darse por vencida.

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