“Ah, en fin...”o “Te lo afina”?

Comparecencia en el Congreso del ex jefe de la Oficina Antifraude Daniel de Alfonso, actualmente juez en activo en Cantabria, y el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz, cómodamente instalado en la presidencia de una comisión irrelevante. Una comparecencia de aquellas que, como ciudadano, tienes tentaciones de ver con un embudo en la cabeza como si hubieras perdido la capacidad de juicio y recuperado la buena forma de la capacidad de sorpresa.

Tanto De Alfonso como Fernández Díaz se presentaron como víctimas de una conspiración y desmintieron las grabaciones publicadas (la fiscalía ya no afina, sino que es en fin... la fiscalía). La estrategia fue negar la mayor y atribuir a la opinión pública catalana la estulticia necesaria para ser víctima de una manipulación masiva. Con claque en la sala que insultaba e interrumpía al diputado Rufián durante su intervención. Él tampoco se quedó corto calificando a De Alfonso de "mamporrero", "lacayo", "traidor" y "gánster". Como si la abundancia retórica liberara de la impotencia.

El principal impedimento para clarificar si Rajoy era conocedor del asunto, cuánto dinero costó y a cuantos teóricos servidores públicos ocupó, es que la operación Cataluña no es un demérito en los círculos del PP. Los soldados al servicio del Partido Popular y de una cierta idea unitaria e involucionista de España -de la que muchos quieren huir- ven con simpatía cualquier actuación contra los que piensan diferente y pretenden decirlo votando. Cualquier día harán una ley contra indepes, vagos y maleantes.